La alumna Cris Da Silva ha realizado un trabajo maravilloso y emotivo sobre una persona muy importante en su vida: Su Padre. En este trabajo biográfico ella revela su tremenda admiración por él y comparte con nosotros un homenaje de celebración de una vida. ¡¡Felicidades Cris, es un excelente trabajo!!
Pedro Marcolino da Silva nació el 16
de diciembre de 1941 en la ciudad de Siqueira Campos en el norte de Paraná. Sus
padres tuvieron nueve hijos y una vida muy simple.
A los 8 años de edad, Pedro tuvo que
abandonar el segundo grado de la escuela primaria para trabajar en la
agricultura con su padre y hermanos mayores para poder ayudar su familia. Desde
la primera infancia, siempre ha sido muy responsable, cariñoso y muy dedicado
en todo lo que hizo.
A los 24 años se casó con Helena
Maria da Silva, una mujer maravillosa, trabajadora y muy cariñosa. A los 25
años, Pedro tuvo el dolor de perder un hijo, una niña que murió poco antes del
nacimiento. Y tuvo que ser muy fuerte para darle fuerza a su esposa. Pero poco
después, realizó su sueño de ser padre. Que se repitió siete veces más.
A los 30 años, Pedro perdió a su
padre y algunos años más tarde, a su madre. Pero como siempre pensando en los
demás, no ser derrotado y siempre apoyó a sus hermanos.
A pesar de todas las dificultades
para criar ocho niños, nunca dejó que le falte nada a ellos y a su esposa.
Pedro vio morir a sus hermanos
mayores y menores hasta que se convirtió en el último.
Pero su fe en Dios siempre ha sido
tan grande y firme que siempre encontraba la fuerza para seguir adelante.
A pesar de haber estudiado muy poco,
Pedro siempre fue muy inteligente y excelente en matemáticas. Aprendió a tocar
la guitarra y la música siempre estuvo presente en su vida. Siempre fue una persona alegre, de buen humor
e hizo muchos amigos. Él fue amigo de los adultos, niños y jóvenes. Le gustaba
contar chistes, hacer bromas y hacer magia con sus inseparables cartas. Las
reuniones familiares fueron muy animadas con su guitarra. Lo que más le gustaba
era jugar “truco” con sus amigos y sus hijos.
En 2001, Pedro se mudó a Valinhos,
comenzó a trabajar en jardinería, sus manos ásperas y callosas siempre han
tenido una suavidad increíble para el cuidado de las plantas.
Se compró una motocicleta, vendió su
casa en Paraná y se compró un coche. No conducía, pero el coche fue muy
utilizado por sus hijos.
Compró tierras en Ibitinga, donde
vivía su hijo más joven entre los varones hijos que tuvo. Él construyó una
hermosa casa con la ayuda de su esposa.
Pedro había criado a todos sus
hijos, y también había ayudado a crear algunos nietos, decidió mudarse a su nueva
casa con Helena, en febrero de 2011. Él vivió allí durante solamente 5 meses
porque él estaba muy enfermo, tenía un problema muy grave en los pulmones. Se
internó por 31 días en un hospital, luchando para vivir. Los médicos no creían que todavía estaba vivo
porque sus pulmones eran casi inexistentes, ya que ha fumado muchos años de su
vida, pero su corazón seguía latiendo fuerte.
Sus ocho hijos y su esposa dieron
todo el apoyo, el amor y el cuidado que de costumbre, hicieron todo lo que
tenían que hacer, pero Pedro era una persona muy querida y maravillosa para
seguir sufriendo. Y Dios lo llevo el día 24 de julio de 2011 porque él había
cumplido su misión aquí en la tierra.
Pedro fue un ejemplo de persona, de
hijo, de esposo, de hermano, de padre, de abuelo, de amigo.
El fue un trabajador, un luchador,
un héroe, un campeón y el mejor papá del mundo.
Hoy en día se mantendrá muy querido
por todos sus amigos y familia.
Y para mí, será mi ángel de la
guarda que me protege, como siempre fue.
Cris Da Silva